Investigación revela posible brutal golpiza militar que causó la muerte de un cadete en cuartel de Puno
La Fiscalía investiga a altos mandos y personal militar del cuartel Fuerte Pumacahua en Puno por la presunta golpiza que habría causado la muerte del cadete Saúl Wilfredo Abendaño Quispe. Con un hematoma en la cabeza como causa de fallecimiento, el caso expone graves abusos en instalaciones militares y pone en duda la seguridad de los soldados en formación.

fuente/ Infobae
Eddy Rodrigo
Publicado el 22 de enero, 2025
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La Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad ha iniciado una investigación preliminar de 60 días para esclarecer las circunstancias que llevaron a la muerte del cadete Saúl Wilfredo Abendaño Quispe. Este lamentable hecho, ocurrido en el cuartel militar Fuerte Pumacahua de Pomata, Puno, ha generado indignación, al ser señalado como consecuencia de una brutal golpiza sufrida dentro de las instalaciones militares.
El proceso investigativo tiene como objetivo determinar la responsabilidad penal de los involucrados, enfocándose en los altos mandos militares del cuartel, el personal médico que atendió al soldado y sus compañeros de tropa. Entre los citados figuran el comandante del pelotón, Marco Antonio Laqui; el jefe de escuadrón de servicios, Álvaro André Rímac; el teniente coronel, Cristian Reyes; y el mayor, César Luis Aybar. Este grupo, junto con otros testigos clave, deberá rendir declaraciones que ayuden a esclarecer las circunstancias exactas de la muerte del soldado.
Las diligencias preliminares incluyen la citación urgente a los familiares del cadete, quienes han denunciado que el joven presentó un hematoma en la cabeza, presuntamente causado por una golpiza dentro del recinto militar. La Fiscalía también ha convocado al personal médico que brindó atención al soldado, buscando establecer la relación entre las lesiones sufridas y las acciones que pudieron haberlas ocasionado. Se presume que esta línea de investigación será crucial para determinar si existió negligencia médica o complicidad en la presunta agresión.
Asimismo, los compañeros del soldado han sido citados como testigos. Sus declaraciones podrían ser fundamentales para confirmar las denuncias sobre los abusos sufridos dentro del cuartel y para identificar a los responsables directos del presunto acto de violencia. El caso adquiere mayor gravedad considerando que las instalaciones militares, destinadas a formar y proteger a los futuros defensores del país, se han convertido en el escenario de este trágico suceso.
El hematoma en la cabeza de Abendaño Quispe, identificado como la causa de su fallecimiento, refuerza las denuncias de sus familiares sobre una presunta golpiza. Esta acusación pone en el centro del escrutinio no solo a los presuntos agresores, sino también a la cultura institucional que podría haber permitido, encubierto o minimizado los abusos dentro del Ejército.
La investigación de la Fiscalía representa un primer paso en la búsqueda de justicia para Saúl Wilfredo Abendaño Quispe. Este caso no solo es un llamado de atención a las fuerzas armadas, sino también una advertencia sobre la importancia de respetar los derechos humanos y las normativas legales en cualquier contexto, incluyendo el ámbito militar. Los resultados de esta investigación serán cruciales para establecer responsabilidades y, de ser necesario, implementar reformas que garanticen la seguridad y el bienestar de los cadetes en formación.
