Urgente llamado a la solidaridad: niña de 13 años necesita traslado a España para operación reconstructiva tras grave accidente de tránsito

Javier Turpo Huaricallo, padre de una niña de 13 años, solicita apoyo económico tras el grave accidente de tránsito sufrido por su hija en 2020 en la carretera Juliaca-Cusco, donde fue atropellada por un vehículo de la empresa Hatsa Fulgonetas, que se dio a la fuga y no ha asumido responsabilidad. La niña, que quedó en estado crítico, ha sufrido múltiples fracturas, daños en la pelvis, partes íntimas y rodilla, además de infecciones óseas, lo que ha requerido más de 27 intervenciones quirúrgicas. Debido a la gravedad de las lesiones, los médicos han indicado que necesita ser trasladada a España para recibir un tratamiento especializado que no se puede realizar en Perú. El costo del tratamiento y traslado es elevado, y la familia ha habilitado una cuenta de Yape para recibir aportes. El número de Yape es 968329635 a nombre de Vilma Calcina.

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fuente/ La Decana Radio Juliaca

Eddy Rodrigo

Publicado el 20 de enero, 2025

En el año 2020, en medio de la pandemia, Javier Turpo Huaricallo vivió una de las tragedias más grandes que podría afrontar como padre: su hija, de tan solo 13 años, fue atropellada por un vehículo de la empresa Hatsa Fulgonetas en la carretera Juliaca-Cusco, específicamente en el desvío hacia Lampa. Este incidente, que ocurrió cuando la niña se encontraba en plena vía, dejó a la menor en estado crítico. El conductor del vehículo, tras el impacto, se dio a la fuga, y hasta la fecha, la empresa propietaria del vehículo no ha asumido responsabilidad alguna por los daños ocasionados. Aunque el fiscal ha enviado reiterados oficios solicitando la colaboración de la empresa para identificar al responsable, esta no ha cooperado. A pesar de contar con pruebas que confirman que el vehículo pertenece a Hatsa Fulgonetas, la falta de pruebas suficientes debido a la ausencia del número de placa ha provocado que el caso esté siendo archivado por las autoridades judiciales.

Desde el día del accidente, la niña ha estado luchando por su vida, siendo intervenida quirúrgicamente en numerosas ocasiones debido a las graves lesiones que sufrió. Entre las fracturas más serias, se encuentra una fractura compleja en la pelvis, lo que ha provocado un daño en sus órganos internos y en sus partes íntimas. Esta lesión ha requerido una reconstrucción urgente y especializada, ya que el daño es tan severo que, según los médicos, algunas partes de su cuerpo deben ser reconstruidas, ya que no han podido cicatrizar correctamente. Además, la niña ha perdido una gran cantidad de piel, lo que ha requerido injertos de piel que, aunque inicialmente tuvieron éxito, con el tiempo se han adherido al hueso, afectando su capacidad para regenerarse adecuadamente. Las fracturas en los huesos también han traído complicaciones adicionales, como infecciones en los huesos, lo que obligó a los médicos a extraer el hueso afectado en un intento por frenar la propagación de la infección.

Uno de los daños más graves y complicados en el tratamiento de su recuperación es el daño en la rodilla, específicamente en el cartílago de crecimiento. Esta lesión compromete no solo su capacidad para caminar, sino también el futuro desarrollo de su rodilla, ya que el cartílago de crecimiento es fundamental para el correcto funcionamiento de las articulaciones en los niños. Además, debido a la magnitud de las fracturas y los daños internos, la niña ha sido sometida a 27 intervenciones quirúrgicas, un número impresionante que subraya la complejidad y la gravedad de sus lesiones. Sin embargo, a pesar de estas múltiples cirugías, su recuperación sigue siendo incierta y su calidad de vida ha quedado severamente afectada. El dolor constante y las limitaciones físicas que enfrenta la niña son evidentes, lo que hace que cada día sea una lucha para sobrevivir y alcanzar una mejoría que parece distante.

A lo largo de estos años, la familia ha dependido del apoyo de la comunidad y de las contribuciones de personas solidarias, ya que los costos médicos han sido exorbitantes. La familia de Javier, aunque ha realizado esfuerzos por mantenerse, no ha podido cubrir todos los gastos derivados de las operaciones y tratamientos, los cuales no se limitan solo a las intervenciones quirúrgicas, sino también a los tratamientos postoperatorios, las terapias físicas y los medicamentos. Además, las consultas médicas especializadas para tratar las complicaciones que la niña presenta, en especial las que requieren cirugía reconstructiva de la pelvis y sus partes íntimas, no pueden ser realizadas en el Perú debido a la falta de los avances tecnológicos y la especialización necesaria. Por esta razón, la familia ha decidido que lo mejor para la niña es trasladarla a España, donde existen especialistas con la capacidad de realizar una operación avanzada y personalizada que permita una recuperación real y duradera.

El costo del tratamiento en España es extremadamente elevado, y aunque la familia ha hecho esfuerzos por cubrirlo, la situación económica no lo permite. En España, una consulta telemática especializada para evaluar su caso tiene un costo de aproximadamente 1000 euros, y este es solo el primer paso en un tratamiento mucho más costoso. Los costos del traslado internacional, la hospitalización y las múltiples cirugías necesarias son insostenibles para la familia, quienes se encuentran en una situación financiera precaria. Para poder cumplir con su objetivo de trasladar a la niña a España, la familia ha habilitado una cuenta de Yape, cuyo número es 968329635, a nombre de Vilma Calcina, esposa de Javier Turpo y madre de la niña (Información proporcionada tras una entrevista por La Decada Radio Juliaca). A través de este medio, esperan recibir el apoyo de la comunidad, ya que los esfuerzos individuales de la familia no son suficientes para cubrir los gastos que se requieren para el traslado y tratamiento.

La niña necesita no solo la operación, sino también un tratamiento integral que permita su recuperación completa, lo que solo es posible en un centro especializado en España. La operación que requiere es compleja y solo los expertos en el campo de la cirugía reconstructiva pueden ofrecer una solución viable. Si bien el costo de la intervención es considerable, los padres están dispuestos a hacer todo lo posible para salvar la vida de su hija y devolverle una calidad de vida que actualmente le ha sido arrebatada por las secuelas del accidente.

Por último, la familia hace un llamado a la solidaridad de la población de Juliaca y de todos aquellos que puedan contribuir a esta causa. No importa el tamaño de la contribución; cada aporte, por pequeño que sea, es un paso más hacia el objetivo de trasladar a la niña a España y darle la oportunidad de recibir el tratamiento que tanto necesita. A pesar de las dificultades, Javier y su familia siguen luchando con esperanza, y confían en que la comunidad responderá a su llamado de auxilio.


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