Dina Boluarte califica de “cobarde” a Alberto Otarola
Dina Boluarte arremetió contra su exjefe de gabinete, Alberto Otárola, acusándolo de “cobarde” por haber revelado su cirugía nasal y, supuestamente, eludir temas clave ante el Congreso. Mientras que Otárola, envuelto en el “escándalo Rolex” y la polémica contratación de su expareja, respondió instándola a dejar el “odio” y dedicarse a gobernar.

fuente/ Diario El Correo
Eddy Rodrigo
Publicado el 28 de enero, 2025
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La tensión entre Dina Boluarte, y su exjefe de gabinete, Alberto Otárola, se ha profundizado a raíz de las declaraciones de ambas partes, especialmente tras la revelación de una intervención quirúrgica a la que Boluarte se sometió en junio de 2023. La mandataria, quien explicó sufrir de rinitis crónica desde 2011, calificó de “cobarde” a Otárola por exponer el tema ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, insinuando que él se “agarró de las faldas de una mujer” en lugar de responder a los cuatro puntos de agenda por los que fue citado. Otárola, por su parte, replicó a través de sus redes sociales, sugiriendo que reemplace el “verbo odiar por el de gobernar”, en un claro acto de confrontación pública que revela la magnitud del distanciamiento entre ambos.
El origen de este conflicto se remonta a la renuncia de Otárola como presidente del Consejo de Ministros, ocurrida el 5 de marzo de 2024. Su salida estuvo marcada por la filtración de audios personales difundidos por su expareja, Yaziré Pinedo, donde se evidenció una presunta oferta laboral en entidades del Estado. La Contraloría determinó que Pinedo fue contratada de forma irregular por el Ministerio de Defensa en 2023, lo que encendió las alarmas en medio de la ya convulsionada coyuntura política. Ante las acusaciones, Otárola negó cualquier responsabilidad y señaló que existía una “mano negra” interesada en perjudicarlo, apuntando que revelaría más detalles sobre los “oscuros intereses” detrás de su escándalo. Finalmente, tras su retorno de Canadá, no pudo evitar una reunión con Boluarte, quien aceptó su dimisión para, según él, brindar “tranquilidad a la presidencia”.
La relación entre ambos se vio aún más afectada por el llamado “escándalo Rolex”, donde se cuestionó a Boluarte y a su entorno por la procedencia de costosos relojes. Nicanor Boluarte, hermano de la mandataria, fue señalado como posible artífice de un presunto complot, según las afirmaciones de Pinedo, para desplazar a Otárola del gobierno. Aunque Nicanor Boluarte negó esa imputación, las sospechas recayeron sobre él y detonaron una nueva oleada de cuestionamientos que llevó a la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, a insinuar que el propio Otárola podría estar detrás de la filtración de este caso. Estas declaraciones fueron rotundamente rechazadas por el exfuncionario, quien se desvinculó categóricamente de cualquier participación en el escándalo.
El punto crítico se alcanzó cuando Otárola confirmó la operación nasal de Boluarte, desatando acusaciones de presunto abandono de cargo. Además, defendió su decisión de internarse en horas nocturnas del 28 de junio para no interrumpir sus funciones, recordando que el 29 de junio era feriado, y sostuvo que el procedimiento fue breve, con anestesia local, por lo que reanudó sus labores al día siguiente. No obstante, la apertura de una investigación fiscal incrementó la tensión, llevando a Boluarte a calificar a Otárola de “cobarde” por develar ese dato, mientras que él, en su último pronunciamiento, instó a la mandataria a mantener la cordura y enfocarse en gobernar. Con ello, el antiguo vínculo que los unía se rompió definitivamente, dando paso a un escenario de confrontación política en el más alto nivel del Estado.
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