Proponen reforma constitucional para frenar el poder del Senado y reforzar el control de la cámara de Diputados en el Perú
El congresista Alejandro Enrique Cavero Alva propone una reforma constitucional que limitaría el poder del Senado al impedirle modificar proyectos de ley sin la aprobación final de la Cámara de Diputados. La medida busca evitar la concentración de poder en el Senado, estableciendo un sistema de control recíproco con votaciones calificadas de dos tercios, generando polémica por redefinir el equilibrio en un eventual sistema bicameral en el Perú.

fuente/ Revista Caretas
Eddy Rodrigo
Publicado el 21 de enero, 2025
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El congresista Alejandro Enrique Cavero Alva, miembro de la bancada Avanza País, ha desatado un debate nacional al presentar una propuesta de reforma constitucional que busca redefinir las dinámicas de poder entre las cámaras legislativas en un eventual sistema bicameral. El proyecto, identificado como Ley N° 9997/2024-CR, tiene como objetivo principal limitar la capacidad del Senado para realizar modificaciones a los proyectos de ley sin la aprobación final de la Cámara de Diputados. Esta propuesta, a través de la modificación de los artículos 102-A y 105 de la Constitución, ha planteado un complejo equilibrio de poderes que promete revolucionar el proceso legislativo en el Perú.
Uno de los puntos más polémicos de la propuesta reside en la redacción del artículo 105. Según el texto propuesto, el Senado tendría un rol limitado en el proceso de aprobación legislativa. Si el Senado decide modificar una propuesta legislativa enviada por la Cámara de Diputados, esta deberá ser devuelta para su aprobación final. Además, la Cámara de Diputados tendría la facultad de insistir en su fórmula original con el respaldo de dos tercios del número legal de sus miembros. Sin embargo, en un giro inusual, el Senado conservaría el poder de archivar dicha insistencia con el voto favorable de una mayoría calificada de dos tercios, una disposición que, según críticos, podría obstaculizar el flujo legislativo en lugar de facilitarlo.
El congresista Cavero argumenta que esta reforma tiene como finalidad optimizar el equilibrio de poderes y fortalecer la colaboración interinstitucional, evitando una concentración excesiva de poder en cualquiera de las cámaras. Sin embargo, esta afirmación no ha convencido a todos. La propuesta ha sido calificada por algunos analistas como una maniobra para restar protagonismo al Senado en favor de la Cámara de Diputados, en una supuesta apuesta por un modelo más participativo y consensuado. No obstante, los detractores advierten que este diseño podría generar conflictos interinstitucionales recurrentes y retardar la promulgación de normativas urgentes.
El proyecto también introduce modificaciones al artículo 102-A de la Constitución, estableciendo que el Senado solo podrá proponer modificaciones una sola vez por cada propuesta legislativa. Este límite, aunque presentado como un mecanismo para agilizar el proceso legislativo, ha sido cuestionado por expertos que consideran que restringir la capacidad de revisión del Senado podría derivar en leyes mal formuladas o carentes de un análisis exhaustivo. Asimismo, la inclusión de mecanismos de insistencia con mayorías calificadas en ambas cámaras añade una capa adicional de complejidad que podría hacer del proceso legislativo un terreno de constantes bloqueos políticos.
La propuesta de Cavero busca presentarse como un intento de modernización institucional, destacando que el retorno a la bicameralidad, bajo criterios adecuados, fortalecería la calidad legislativa y la institucionalidad política del país. Sin embargo, la capacidad real de esta reforma para cumplir con estas promesas está en entredicho. Mientras el congresista subraya los beneficios de un debate más fundamentado y una reducción de errores legislativos, las críticas no cesan. Se teme que, lejos de promover un equilibrio efectivo, esta reforma profundice las diferencias entre las cámaras y desvirtúe la esencia de un sistema bicameral funcional.
La discusión sobre la bicameralidad en el Perú ha sido históricamente polarizante, y esta nueva propuesta no es la excepción. Con un enfoque que combina restricciones técnicas y mayorías calificadas, el proyecto de Ley N° 9997/2024-CR promete generar un intenso debate en el Congreso y la opinión pública. Si bien sus intenciones declaradas son loables, los retos técnicos y políticos que plantea dejan abierta la pregunta sobre si esta reforma es realmente el camino adecuado para fortalecer la democracia y el proceso legislativo en el Perú.
